Al-Fihri, mujer eterna
Una mujer eterna en el arte efímero: Fatima Muhammad al-Fihri
En el centro histórico de Huelva, herido por un insensible urbanismo, surgió hace años un escenario propicio para el florecimiento de una expresión artística heterodoxa y reivindicativa, de naturaleza intrínsecamente efímera: el arte urbano. Instalándose en las desgarradas medianeras de la arquitectura demolida de finales del siglo XIX, se apropió del gran vacío urbano del desaparecido Mercado del Carmen, corazón comercial de Huelva.
El artista Adrián Pérez Vázquez, Man O Matic, señaló este desolador entorno con su prolífica obra, de excelente calidad e incisivo mensaje. Su creatividad ha trascendido fuera de nuestro territorio, ha atraído a gente amante del arte, ha entrado en espacios, tan aparentemente alejados, como el Museo de Huelva, rompiendo así todos los moldes por el perfil y el número de visitantes, gracias al criterio innovador del director de esa institución por aquel tiempo, Pablo Guisande.
Ahora que empieza a desaparecer su obra en el antiguo mercado, Man O Matic surge en escenarios menos marginales, más academicistas, como la Universidad de Huelva. Sobre los muros de la Biblioteca Universitaria acaba de terminar un homenaje a Fatima Muhammad al-Fihri. Es interesante que un arte efímero sea el que nos recuerde una mujer eterna que, aun no muy conocida, ha pasado a la Historia por ser quien fundó en el año 859 la primera institución de educación superior del mundo: la Universidad al-Qarawiyyin de Fez, en Marruecos.
Fatima Muhammad al-Fihri era hija de un rico comerciante de Túnez afincado en la ciudad imperial marroquí. Ella y su hermana Mariam recibieron una cuidada educación. Tras el fallecimiento de su padre, Fátima decidió destinar su herencia a beneficiar a la sociedad mediante el conocimiento, fundando una institución universitaria en la que estudiaron personas de toda procedencia y religión. Sabiduría, inteligencia y tolerancia, símbolos tan necesarios en nuestros convulsos momentos actuales, que atrajeron a sus aulas a personajes tan insignes como Ibn Jaldún, al-Idrisi, León el Africano o Maimónides. La Universidad se convirtió posteriormente en la Biblioteca al-Qarawiyyin, restringiendo su uso a círculos más eruditos. Ha sido precisamente otra mujer, la arquitecta nacida en Fez Aziza Chaouni, quien ha luchado para restaurar y reabrir a todo el público la Biblioteca. Un empeño conseguido en 2016. “Sinceramente espero que (…) haya honrado la misión visionaria de la fundadora de la biblioteca, Fatima al-Fihriya, quien quería que el conocimiento estuviera al alcance de todos”, comentó Aziza Chaouni.
Volviendo al mural onubense, Man O Matic no abandona en esta nueva obra, alejada de los entornos naturales del arte urbano, la esencia reivindicativa. Atenea, diosa griega de la sabiduría, acompaña a Fátima en esta obra, visibilizando así las mujeres que han representado un papel relevante para la humanidad. Y, sin duda, Fatima Muhammad al-Fihri lo merece.
[Alicia de Navascués Fernández-Victorio]
